Música

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Synchronicity

Synchronicity
-Yui Makino-

Toda aquella calidez
¿dónde se quedará?
Puede cada amanecer
se pierda una vez más.

Si el latir del corazón
es uno para los dos
lograremos soportar
las caídas y el dolor.

Siempre iré, siempre iré
donde quiera que estés
sin pensar, ni importar
la distancia que mi alma tenga que vagar.

Aún sin ver en la oscuridad
lo que sentimos es lo que nos guiará,
como las aves siempre buscan volar
abrimos nuestras alas en paz.

Aún en medio de este dolor
esa sonrisa tuya sobrevivió,
atravesó mi pecho para dejar
tan descubierto que yo en verdad te quiero abrazar.

Por siempre…

sábado, 22 de noviembre de 2008

La Belle Dame sans Merci

IX

Y entre el musgo sucumbimos al sopor
y allí soñé – ¡Ah! ¡dolor!
El último sueño que jamás tuve
en la pendiente de la fría colina.

X

Vi pálidos reyes, y príncipes también,
pálidos guerreros, todos con la palidez de la muerte;
ellos gritaban – ‘¡La bella dama sin piedad
te ha esclavizado!’...

(John Keats)

Decían los ancianos de aquellas épocas: "Cuídate, hijo mío, en tus viajes, 'la bella dama sin piedad' ronda a los hombres, muchos llegan a sus brazos y pocos vuelven...". Pero aquellos jóvenes sedientos de aventuras no resistían al llamado de Lamia, la belle dame sans merci.

Conocí a un viejo quien de los brazos de Lamia todos cuentan escapó y cuya alma esclavizada liberó. Cuando joven y aventurero caballero él era, a través de un bosque una noche hubo de pasar y de entre los árboles, a la pálida luz de la luna, surgió ante él la más bella criatura que vio jamás. Acercose con movimientos seductores hacia él, atrayéndolo con su mirada de ojos salvajes, llamándolo con su canto de sirena de los bosques, y él reconoció en aquella hermosa doncella a Lamia, la belle dame sans merci, mas al encanto de su llamado no se logró resistir.

Su montura abandonó e inclinose ante tan dichosa visión, en oficial acto de rendición.

"Oh, hermosa dama Lamia, si has de tomar mi vida con gustoso os la ofreceré..." ofreció el caballero tomando una nívea mano que le era ofrecida y depositando un suave beso sobre ella, pues era tal su belleza que sólo de la mano de un ser tan magnífico aceptaría un hombre terminar su vida.

La belle dame sans merci inclinose a su vez hasta acercar su rostro al del hombre quien, ensimismado en el ároma a primavera de Lamia, no dudó en aceptar la caricia de sus labios rojos que se abrieron como pétalos de rosa invitándolo a explorar su boca, a perderse en la suavidad de su piel, a entregarse a 'la bella dama sin piedad' mientras la noche lo cubría con su oscuro manto diamantino.

Y nada de pálidos reyes y príncipes también, ni pálidos guerreros que gritaban "¡la bella dama sin piedad te ha esclavizado!" pues en la mañana el caballero seguía con vida, sobre las ropas que habían servido de lecho para los amantes. La belle dame sans merci tomó un último beso y alejose por el camino entre los árboles.

Triste siempre fue la historia de Lamia, condenada a vagar por los bosques en busca de caricias, de besos, de amor... por eso atraía a los hombres a sus brazos, para tomar aquello que le fue arrebatado y absorverlo para sí dejando un cuerpo vacío y sin vida, mas he aquí a este joven caballero cuyo corazón supo dar vida y amor en un simple acto de entrega. Así liberó de la maldición de los dioses a Lamia, la belle dame sans merci.

Amor

"Cuando se está enamorado el aire es más puro y la fragancia de las flores más dulce..."

En términos científicos podemos suponer que el cuerpo humano responde a un estímulo agudízando los sentidos y percibiendo el mundo con más claridad de la normal... en mis propios témirnos sólo puedo decir que el amor no se puede medir con un método científico. El amor supera todas las barreras que como humanos hemos impuesto sobre nuestra especie y nuestra persona; el amor no entiende de compatibilidad porque si en verdad se ama poco importa la forma de ser o pensar del ser amado solo el hecho de amar...

jueves, 13 de noviembre de 2008

Espejo

Tantos espacios, tantos mundos y henos aquí
como reflejo del otro en el espejo
donde todo es igual y al mismo tiempo es contrario.

Sacriventu

"Sacriven-tu Karma ser Gîn terhüm Clamda"
"El sacrificio por lo amigos deja de ser una carga cuando compartimos el valor."

(Crónicas del Milenio de Plata, Leo Valencia)

lunes, 20 de octubre de 2008

El Valle del Silencio

"Te veré a la luz de las velas, extendiendo los brazos hacia mí, llevándome hacia una luz que no había conocido antes..."

(Nora Roberts, "El Valle del Silencio")

miércoles, 8 de octubre de 2008

Un suspiro

¿Qué es un suspiro?
-Ale Olvera-

Es una lagrima que jamas cayó,
es un momento en la memoria,
una confesión jamás hecha,
una pregunta que jamas te atreviste a hacer.

Un suspiro es ese vacío que no puedes llenar,
un recuerdo que no puedes borrar,
una ilusión que se niega a morir.

Un suspiro es todo lo que callaste,
un pasado atrapado en ti,
que no encontró otra forma de salir.

jueves, 2 de octubre de 2008

Decisiones

Las espinas de los arbustos se aferran a mi pantalón con fuerza desgarrando la tela y provocándome profundos cortes de donde mana la sangre que, yo sé, será el rastro perfecto para el cazador. Corro con toda la velocidad que mis piernas me permiten a pesar de saber que mi resistencia no soportará por demasiado tiempo la carrera. Los árboles se aparecen en mi camino obligándome a hacer uso de mi agilidad para esquivar las raices y no perder el equlibrio y caer quedando a merced de mi perseguidor. El ruido de las ramas al romperse me da la señal que necesito. La adrenalina se dispara por mi venas aumentando mi velocidad y haciéndome olvidar el dolor punzante que insiste en mi costado y el ardor que me provocan las heridas de mis piernas. Sigo corriendo.

Supongo que está bien. Me refiero a eso de dar la vida por otros. Jamás había contemplado el sacrificio como una opción, podía arriesgar mi seguridad por la gente que quiero, pero no dar mi vida a cambio de otra, no me parecía algo del todo bueno. Pero ahora, con la muerte cubriendo mis pasos, no me parece tan malo, incluso siento que es una forma noble de morir... a cambio de la mujer que amo.

Todo comenzó el día que decidí tomar el camino corto, que jamás usaba, al dirigirme a casa desde la universidad. Era el camino que cruzaba el bosque en el cual ahora mi vida se ve reducida al juego del gato y el ratón. Hace tiempo que no me gustan los bosques y sigo sin saber que extraña fuerza me impulsó a tomar aquel camino que me daba escalofríos, talvez la necesidad de superar por fin aquel miedo o solo el destino que había decidido tomarla en mi contra, pero lo importante es que en el pequeño claro, parecido al lugar donde solía jugar con mis primos antes del incidente que me dejó aquel trauma de por vida, fue la primera vez que la vi...

Su cabello castaño rojizo era corto como el de un chico y rebelde, cada punta apuntando en una dirección distinta. Sus facciones finas y su figura tan delicada me hacían pensar inmediatamente en hadas y duendes. Estaba sentada en medio del claro donde un rayo de sol iluminaba su silueta y la hacía ver como una aparición... una muy atractiva aparición. A pesar de que sabía que no era muy prudente, me quedé mirándola con la boca ligeramente abierta, embelesado. ¿Que puedo decir? Despues de todo soy hombre.

Ella no parecía darse cuenta de mi descaro, se veía bastante ensimismada en un libro del que no alcanzaba a ver gran cosa salvo la portada de pasta dura y que obviamente no era nueva. Como saliendo de su ensoñación, la joven alzó su rostro y nuestras miradas se encontraron. Fue en ese momento que mi destino quedó escrito en piedra, pero aún si lo hubiera sabido creo que habría continuado ya fuera por curiosidad o porque valdría la pena terminar con mi vida solo por permanecer a su lado.

Nos vimos más veces, por lo que no creo haberle causado tan mala impresión tomando en cuenta mi cara de deslumbrado. En esos momentos el bosque ya no me parecía tan desagradable con su imagen de reina de las hadas como fondo. Nos hicimos amigos muy rápido, talvez demasiado tomando en cuenta que éramos dos completos desconocidos, era la primera vez en mi vida que me sentía tan completo. Quizá de no haber estado tan ensimismado en nosotros me habría dado cuenta antes, ya que, cuando un hombre como yo comienza a jugar al "atrápame si puedes" con una chica, es que esta enamorado

Pasaron las semanas, luego los meses, y éramos inseparables. Cada tarde nos veíamos en el mismo claro y hablábamos, ya a estas alturas no recuerdo exáctamente de que, talvez no me importaba con tal de seguir observando sus labios danzar al ritmo de su dulce voz. Podría haber pasado mi vida entera solo escuchándola. Hubiera querido preguntarle tantas cosas más, pero el tiempo parece estar siempre en contra y ahora es una sola duda la que carcome mi mente mientras continúo la carrera por mi vida... ¿Por qué nunca le pregunté sobre él? Aquel que es ahora mi perseguidor... su padre.

Me decía que vivía con su madre, pero nunca tuve el valor suficiente para preguntarle por su padre directamente. Creía que talvez había muerto y aquello era lo que causaba que sus brillantes ojos del color del chocolate se oscurecieran con la sola mención de algún otro miembro de su familia. Debí haberlo supuesto... debí haber sido mejor amigo para ella... No. Simplemente debí haber confiado más en nuestra amistad... debí haberle demostrado lo que significaba para mí.

Aquel hombre había dejado una marca profunda en su familia, más dolorosa y más notoria que la única cicatriz que deformaba la nívea piel de ella, pero yo fui demasiado ciego. Él tomaba. No era uno de aquellos juerguistas de fin de semana que sale con sus amigos a algún bar conocido a pasar un rato a recordar los buenos tiempos y hablar del porvenir. Él era un cerdo. Un canalla disfrazado con un impecable traje de Hugo Boss que bebía whisky fino y golpeaba y abusaba de su familia cuando lo creía conveniente. Era abogado, y uno bueno debo decir, lo reconocí atraves de la bruma que serpenteaba bajo el cielo nosturno, pero no porque hubiera leído una noticia en la que aclamaba sus victorias en la corte, yo lo recordaba de otra forma. Recordaba a un hombre ebrio de odio y alcohol, embutido en un traje que había perdido su elegancia y con una pistola en la mano. En las cercanías nos llegaba el sonido de varias sirenas policíacas.

Hacía ya 10 años del incidente y aún puedo ver el rostro desencajado del hombre apuntándonos con el arma y jalando del gatillo. Disparó tres veces, cada disparo dirigido a uno de nosotros. Ninguno de los tres resultamos heridos, tan ebrio estaba que no podía apuntar a unos niños apostados a un par de metros de él inmóviles por el terror. La policía arrivó y él obtuvo su sentencia por violencia intrafamiliar, maltrato e intento de asesinato... pero no debió ser suficiente ya que ahora, después de sólo 10 años, ha conseguido librarla con una fianza de algunos miles y está tras de mí intentando regresar a prisión de por vida por asesinato en primer grado.

No me importa, solo sé que ella está a salvo. Es una chica lista, ya debí haberle dado el tiempo suficiente para llamar a la policía después de que su padre arrivara a su casa y tratara de retomar la vida que había dejado atrás. Y yo también estaba ahí, y lo enfrenté, y sé que reconoció en mí a aquel niño que no pudo matar en el bosque, y lo provoqué para sacarlo de ahí, para perseguirme y alejarlo de ella.

No me arrepiento de haberla conocido, no me arrepiento de haber continuado, no me arrepiento de mi decisión. Lo único que pesa en mi corazón es no haberle dicho lo importante que era... que es ella para mí. Mis piernas fallan, comienzo a trastabillar y mi cuerpo cae irremediablemente al suelo. Escucho las sirenas, los gritos de la policía que ha encontrado los rastros de mi sangre, pero no llegarán a tiempo, no esta vez.

¿Es mi destino? ¿Es el resultado de mis decisiones? Sea lo que sea lo aceptaré porque, después de todo, fueron mis decisiones.
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Una pequeña historia que escribí para literatura moderna y que me dieran puntos extras, jejeje n.n

sábado, 27 de septiembre de 2008

Profecía

-Rafael de León-

¿A dónde vas tan deprisa
sin decirme ni ¡con Dios!?
Me puedes mirar de frente,
que estoy enterado de todo.

Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes
y me quedé tan tranquilo.

Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echado a llorar,
yo, cruzándome de brazos
dije que me daba igual.

Y nada de pegarme un tiro,
ni de liarme a maldiciones,
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.

¿Qué te has casado? ¡Buena suerte!
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.

Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi madre
que no te guardo rencor.

Porque sin ser tu marido,
ni tu novio, ni tu amante,
yo fui quien más te ha querido,
con eso tengo bastante.

Mas como es rico tu dueño,
te vendo esta profecía:
tú, por la noche, entre sueños,
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que mi boca te besó
y te llamarás "¡cobarde!"
como te lo llamo yo.

Y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó la cigüeña
mi corazón en su pico.

Pensarás: "no es cierto nada,
yo sé que lo estoy soñando";
pero allá en la madrugada
te despertarás llorando,
por el que no es tu marido,
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querido.
Con eso tengo bastante.

Antes... Ahora...

Antes te conocía poco, era agradable estar cerca de tí. No era tu amiga, ni tu novia, ni tu amante, pero sentía que te quería mas por orgullo, necedad o cobardía no lo quería aceptar.
-
Antes te veía y sonreía, era agradable irte conociendo mejor. Ya era tu amiga, no tu novia ni tu amante, pero sentía que te quería mas por necedad o cobardía no lo quería aceptar.
-
Ahora estar a tu lado es un suplicio para mí. No soy tu novia, no sé si fuimos amantes, pero deseo seguir siendo tu amiga porque aún siento que te quiero y recuerdo que te he querido desde siempre mas por cobardía no lo puedo confesar.

miércoles, 23 de julio de 2008

Edén (segunda parte)

Por segunda vez en menos de una hora, me desperté en un lugar desconocido con la misma sensación que tendría alguien de ver un pingüino en el Polo Norte... creo que ya había pensado algo así antes. Me sentía mareada y algo floja.

"Despierta..."

Una voz me invitaba a despertar y yo, como la típica adolescente que soy, me limité a decir lo que cualquiera diría.

-Papá estamos de vacaciones... - Obviamente ni me digné a abrir los ojos, estaba de lo más cómoda, aunque la cama se sentía un poco rara.

"Hey, tienes que levantarte..."

Ja, ni loca. No sé si lo mencioné, pero a mí me encanta dormir.

"¡Vamos, mocosa! Abre los ojos..."

¿Mocosa? ¿Yo? ¿Quién demonios era el aspirante a cadaver que se atrevía a llamarme mocosa? Abrí los ojos dispuesta a hacerle daño al primero que viera. Lo único que vi fue la pequeña cabeza de Inés. Ésta estaba suavemente enrrollada en mi cuello mientras el resto de su no tan largo y delgado cuerpo se alzaba lo suficiente para que su cabeza quedara a la altura de mis ojos. Vaya, que poco me duró el enojo, pero entiendan que a mí las boas amarillas me vuelven loca (bueno, más loca), en especial si son bebés. En fin, de todas formas la cabeza seguía dándome algunas vueltas y no acaba de captar en qué nuevo lugar me encontraba. Al menos no había vuelto a "aparecer mágicamente".

-Y yo que tenía la esperanza de que hubiera sido solo un sueño. - Dije en voz alta sin dejar de mirar a mi nueva amiga y creo que fue por esa razón que me espanté tanto cuando otra voz me contestó.
-Una persona normal estaría al borde del colapso nervioso...

¿Que si grité? Si. De un sólo movimiento me encontre sentada sobre lo que yo supongo era una cama y apuntandole al extraño con Inés como si ésta fuera una pistola. La serpiente por su lado parecía muy entretenida, más tarde me encargaría de averiguar cómo es que soy capaz de comprender lo que siente una serpiente. Por otro lado, el sujeto (pues era hombre) nos miraba con cara de quien no sabe si reírse o quedarse como está. En algún lugar recóndito de mi mente se alzó la idea de que él podría haber sido el que me llamó mocosa. Le habría gritado un par de cosas, pero ninguna me pareció lo suficientemente hiriente.

-¿Crees que con esa cosa me asustas? - Dijo refiriéndose a Inés alzando una ceja ya pasado el estado de "me río o no me río".

Pensé en contestarle con un "mírate en un espejo", pero eso estaba más fuera de lugar que un pingüino en el Polo Norte (si, tengo cierta fijación con esa frase). Y es que el hombre no estaba NADA mal; no tendría mas de veinte años y quizá si menos, el cabello negro largo hasta el cuello y ondulado, un par de ojos del color de la miel me miraban con burla; vestía una camisa estilo hawaiana (de esas con colores y dibujos que parecen gritar "mírame") y un pantalón de mezclilla cortado arriba de las rodillas con lor bordes deshilachados. No sé porque de pronto me sentí minimizada con mi cabello castaño oscuro, liso como una tabla y largo hasta mitad de la espalda, y mis ojos del mismo color oscuro como los de los perros. Completamente normal, completamente una hormiga.

Total, solté a Inés y ésta volvió a enrollárseme en el cuello, mientras, yo me dediqué a regresarle una mirada cargada de intenciones negativas al sujeto. Éste de pronto me miró serio y se acercó a mí sujetando mi barbilla con dos dedos violando expresamente mi espacio personal. Yo no acababa de entender la situación cuando acercó su cara a la mía y yo me quedé helada, me miraba con tal fijeza que sentí escalofríos y lo peor es que no me quedaba de otra más que sostenerle la mirada dado que seguía sin soltarme. Estoy segura de que me sonrojé, el corazón me latía a mil por hora.

Con la misma serenidad con que se acercó, se alejó dejándome sumida en la confusión total. Ya había estado en una situación así, el otro sujeto vivió para contarlo, pero quedó un tanto dolorido, no entendí como no fuí capaz de reaccionar esta vez. De algún lugar, no sé de dónde, logré sacar la suficiente mordacidad para replicarle.

-¿Qué? ¿Soy o me parezco?
-... Pensé que eras. - Me contestó luego de una pausa.
-¿Y qué si hubiera sido? - Dije como si de verdad entendiera de quién estaba hablando.
-Habría tenido que matarte.

Me quedé de hielo, no por la frase en sí sino por como la había dicho, con la suficiente frialdad e indiferencia para congelar la sangre. Creo que se dio cuenta de mi reacción porque enseguida sonrió (una sonrisa verdaderamente sexy si me lo preguntan) y me revolvió el pelo con una mano. ¿Me vio cara de mascota o qué?

-¡Oye! ¿Quién te...?
-Quédate aquí y no te metas en problemas. - Me interrumpió y después se fue. Así vilmente.

Fue cuando me di cuenta de que estaba dentro de una especie de refugio, había una única cama suficientemente grande para dos personas, talvez tres. Más tarde me enteraría que era de brezo (en algún lugar leí que es el mejor material para construir camas cuando no estás en la civilización). La entrada no tenía puerta, pero sí colgaban unas largas tiras adornadas con trozitos de madera perfectamente pulidos y semillas, como esas cortinas de cuentas que estuvieron de moda hace algún tiempo en las tiendas para chicas. Ahora tendría que esperar a que regresara ese sujeto para cantarle las mil.

Lista de cosas por averiguar: cómo llegué aquí y cómo volver, cómo es que puedo entender a mi nueva mascota-serpiente y quién rayos era "ése".

lunes, 21 de julio de 2008

Edén (primera parte)

Desperté con un rayo de Sol dándome directo en el rostro. Tan confundida y deshorientada como lo estaría alguien que hubiera visto un pingüino en el Polo Norte. Cuando fui consiente del aire que entraba en mis pulmones me desconcerté por completo, se sentía tan caliente y húmedo que casi podía saborearlo. Me llegaba el sónido de miles de insectos que reconocí como cigarras; el suelo debajo de mí ya no era la fina y suave arena de la costa occidente de mi país sino una capa uniforme de musgo tan suave y mullida como una alfombra de piel (no es que hubiera tocado muchas pieles en mi vida, estaba totalmente en contra de tal atrocidad, pero era la definición más exacta que podía darle).

Los párpados me pesaban como si llevara toda una noche en vela, pero de alguna forma conseguí moverlos permitiéndome ver el lugar donde me encontraba. No logré ver gran cosa excepto la copa del árbol bajo el cual me encontraba, los rayos de Sol se filtraban a través de los huecos de las hojas (uno de ellos era el que me daba directo en los ojos). Estaba demasiado aturdida para pensar así que me limité a tapar mi rostro con un brazo para evitar la luz que me cegaba por momentos. Sentía la piel pegajosa a causa del sudor y la humedad. Con un esfuerzo titánico (así me lo pareció) logré girar mi cuerpo hasta quedar sobre mis costado izquierdo, alejándome de paso de la luz, dándole tiempo a mi cerebro de recuperar el control sobre mi cuerpo. Abrí los ojos nuevamente con pesadez y encontré un hocico a cinco centímetros de mis ojos.

Parpadeé un par de veces, todavía demasiado confundida para relacionarlo con algún ser vivo conocido. Lograba apreciar una cabeza pequeña y alargada, un par de pequeños ojillos negros que parecían mirarme con curiosidad y un pequeño orificio por el cual salía una lengua rosa delgadísima, todo el conjunto en tonos de amarillo. A mi mente llegó la imagen de una mujer con una enorme serpiente amarilla rodeándole el cuerpo y cobrando cincuenta pesos por una foto con el animalillo ese. Y fue en ese momento que mi cuerpo se recuperó por entero porque en menos de 3 segundos me encontraba sentada con la espalda apoyada en el tronco del árbol (cabe mencionar que casi me quedó sin aliento ya que prácticamente me golpeé con éste) y mirando a la serpiente como si fuera a enroscárseme en cualquier momento hasta hacer crugir todos mis huesos. Creo que medio grité en algún momento de la conmoción.

El susodicho bicho ni se inmutó. Permaneció ahí parado, bueno, recostado sobre su largo ser en el suelo observándome como si yo fuera su más reciente descubrimiento de la naturaleza. ¿Que cómo lo supe? No tengo idea.

Pasados otros segundos en los que mi corazón logró estabilizarse a su ritmo normal me dí cuenta de un detalle pequeñísimo: la serpiente era tan solo un bebé. No medía ni un metro y yo sé de buena fuente que esas cosas llegan a varios metros de largo y otro tanto de ancho, además de que me parecía la cosa más adorable que había visto en mi vida (si se preguntan si estoy loca por considerar una serpiente así dígamos que sí lo estoy, un poco).

Me acerqué y le extendí la mano. La serpiente se acercó con toda confianza y se restregó su pequeña cabeza contra mis dedos como lo haría un gato. Su piel era lisa y sumamente suave. Idiota el que dijo que las serpientes se sentían desagradables y viscosas como los anfibios (y también el que lo crea). ¿Qué les puedo decir? Soy una fanática de los animales, pero no tengo ni una pizca de veterinaria en mi cuerpo. El animalillo trepó por mi brazo, se enrolló cómodamente en él y ahí se quedó recostando su cabecita en mi hombro mirándome con cara de cachorro abandonado, de esa forma que te desarma y dice: "quiéreme", "adóptame", "llévame contigo", etc. Y yo, de lista, no me pude resistir.

Solucionado el problema del bicho ése solo quédaba una incógnita por resolver: ¿En dónde demonios me encontraba? Y me contestó esa vocecita aguda y desesperante que siempre le habla a uno cuando no tiene a nadie más con quien hablar (además de con una culebra enrollada en el brazo).

"En una selva, tonta."

-Si, ya sé que es una condenada selva, pero ¿cómo llegué aquí? - Medio dije, medio grité. Es solo uno de mis pésimos hábitos, hablar sola.

Otro de ellos es salir en mitad de la noche del hotel nomás porque sí y hacerle caso a una voz que me habla desde los cielos diciendo que tengo una misión que cumplir en su nombre y evitar caer en el mismo error que en el principio del tiempo para evitar el regreso de Lu-como-sea-que-haya-dicho. Cualquier otra persona con un par de neuronas funcionándole estaría al borde de la desesperación al verse "transportada mágicamente" de una playa a media noche para aparecer en mitad de una selva tropical (que si sabré yo de climas) a medio día, pero recordemos que yo estoy un poco loca.

En fin ¿que se le iba hacer? Solo me quedaba o quedarme ahí sentada esperando a alguna otra persona que "apareciera mágicamente" y me ayudara en algo (¡lo que sea! Creo que ya me estoy desesperando) o internarme en la selva con la posibilidad de perderme en la espesura. Cualquiera de las dos opciones daba lo mismo, estaba a merced de cualquier animal salvaje que me encontrara y me conviertiera en su desayuno, o comida, dependiendo de la hora que fuera. Así que me quedé, si iba estar ahí un buen tiempo mejor ahorrar energías para escapar cuando el momento lo requiriera.

Me pasé un buen rato tratando de buscar en mis deficientes campos de memoria un nombre para mi nueva amiga o al menos inventarme uno, pero para eso sí que me falta imaginación. Soy pésima para los nombres, más de una vez he dejado una historia medio empezada porque no se me ocurre ningún nombre medianamente decente para los personajes. Al final me decidí por Inés, nuestra antigüa maestra de Historia y no-sé-qué-más del Arte, que dicho sea de paso sólo se quedó ese semestre y después renunció argumentando que no estaba de acuerdo con algunas políticas de la escuela (recuerdo que en las primeras semanas de clase no asistió a varias sesiones o llegó tarde), tiempo después nos enteramos de que se la habían cachado con una dosis de más de ciertas sustancias ilegales y en posesión de otro tanto en su casa. Ignoro cual fue su destino final hasta este día.

Recuerdo la última vez que la vimos, yo estaba haciendo no se qué cosa en el campus, era en la tarde y la "señorita" apareció de lo más cambiada. Se había cortado el pelo a lo mínimo indispensable, con las pequeñas puntas apuntando hacia arriba (se lo habrá bañado con gel para el cabello), lo tenía teñido de rojo carmín y no llevaba sus habituales lentes de sol que la hacían ver como una gran mosca gorda y morena; no hace falta hacer énfasis en su ropa, iba normal, falda y blusa. No capté hasta mucho tiempo después la venas rojas que se apreciaban en sus ojos. La querida maestra oriunda de Puerto Rico andaba drogada y todo mundo ni en cuenta. Total, la mujer anduvo por ahí, saludó, saludamos, nos llevó al salón de música (que lo estaban usando y el maestro en turno se le quedó viendo con cara "¿ésta qué?"), se quitó los zapatos y se pasó un rato imitanto a Jimmy Hendrix, o algo así se llamaba el tipo, y se volvió a ir. Como nota personal debo añadir que nunca le he hallado sentido a esos vicios, hay que estar tonto (por respeto a quien este leyendo no utilizo una palabra más fuerte) para andar en algo así.

Sumida en mis cavilaciones sobre maestras raras de arte y demás no escuché el sonido de una rama al romperse ni le hice caso a mi sexto sentido que me avisaba de alguien detrás de mí ni sentí el apretón que Inés me dio en el brazo para hacerme reaccionar hasta que fue muy tarde. Una mano se posó sobre mi boca y mi nariz a la vez que aspiraba un aroma dulzón y embriagante que me fue sumiendo en la oscuridad con tremenda lentitud. Lo último que sentí fue un brazo rodeando mi cintura y una fuerza que me levantaba como si yo fuera tan sólo una muñeca de trapo. El mundo desapareció para mí.

domingo, 6 de julio de 2008

La Taberna (Fragmento II)

- Ponte en guardía, muchacho.

En mitad de la calle estaban los dos adversarios, uno con espada de doble filo y aspecto peligroso en mano; el otro de pie a unos metros de distancia en la posición de quien había estado caminando en una dirección hacía pocos segundos y había girado bruscamente, en su mano solo portaba una espada corta de un filo o un cuchillo algo largo, dependiendo de como se viera. El muchacho no parecía muy conforme con la intromisión de aquel hombre.

- ¿Por qué me has seguido desde la taberna? ¿Acaso te debo algo?
- Si, una revancha según recuerdo. - Contestó el hombre de la espada. - Tuviste suerte esta mañana.
- Hasta donde sé los dados son un juego de suerte, perdiste tu dinero, ya acéptalo.
- Veremos si la misma suerte te ayuda esta vez.

El hombre se lanzó contra el muchacho tan rápido que apenas logró esquivarlo dejando una rasgadura en su capa con lo que esta cayó al piso.

-Como dije: solo es suerte, muchacho.

Dispuesto a ir de nuevo contra su oponente, el hombre arremetió fuertemente con su espada directo a cortar la cabeza del muchacho de un tajo.

- ¡Anthon, para esto ahora mismo!

La espada de doble filo se detuvo a centímetros del cuello de su adversario, no porque su dueño hubiera detenido su ataque sino por el choque con la espada corta del muchacho quien la sostenía del mango y, además, la mantenía fija con su otra mano sobre la parte roma de la hoja, cabría decir que con bastante dificultad por su parte. Anthon miró de reojo al nuevo hombre, el muchacho giró su rostro reconociendo al tabernero y con un movimiento rápido logró deshacerse de la espada que Anthon se empeñaba en acercarse a su cuello desviándola sobre su cabeza aprovechando la fuerza que llevaba con lo que esta terminó del otro lado mientras él aumentaba la distancia entre ambos retrocediendo varios pasos y quedando fuera del alcance del hombre. El tabernero se mostraba bastante molesto con su conocido y, sin dirigirle una palabra, tomó al muchacho de un hombro alejándolo de la escena.

- Si, tienes mucha suerte, muchacho. - Susurró Anthon al viento mientras enfundaba su espada nuevamente.

miércoles, 2 de julio de 2008

Corazón de Diosa

"... Se detuvo cuando sus pasos la llevaron a la pared opuesta de la habitación, la observó al menos diez segundos con la mirada de quien está teniendo una seria y no muy agradable conversación consigo mismo: un tanto distante, como era común en ella, y algo enfurruñada. Y es que tenía una razón para estar de ese humor ¡Y qué razón! De no ser porque resultaba mortificante se habría detenido más a disfrutar de esa razón que la tenía despierta a esas horas inhumanas de la madrugada dando vueltas por la habitación de su apartamento en Dublín. ¡Pero es que era una ridiculez! Sin mencionar el bochorno de haberse quedado medio minuto contemplando através del cristal a aquel hombre ¿desde cuándo ella se quedaba mirando perdida en los ojos de cualquier hombre? Precisamente ella. ¡Ella que había rechazado a todos los hombres que una mujer puede rechazar en seis años! Desde su ciudad natal hasta la lustrosa capital, conocidos y desconocidos, de las calles y de la universidad; en total, como a su hermano le gustaba exagerar solo para molestarla, más de la mitad de los hombres del país y ni que decir de los extranjeros.

Volvio a detenerse cuando estuvo a punto de chocar con la ventana, en el otro lado de la habitación, y miró al exterior. El pequeño parque frente al edificio siempre la tranquilizaba, tan verde como no podía serlo otra cosa fuera de Irlanda, tan verde como los ojos que la habían mirado escrutando en lo más hondo de su alma. Que los Tuathan de Daanan la protegieran pues parecía que sus más profundos secretos hubieran sido desvelados. Ella jamás pedía a los Dioses ni consejo ni ayuda pues los tiempos nunca podrían ser tan negros como para llegar a ese punto, pero por "Ellos" que daría su posesión más valiosa por unas palabras de consuelo de su santa patrona, Morrigan, pues habían sido los ojos de un Dios los que habían robado su voluntad..."

viernes, 30 de mayo de 2008

Y ahora te vas

"... Cuando se caiga el cielo

y pida un deseo a la luna llena

Seguro que ella estará llorando

al ver que te vas..."

lunes, 19 de mayo de 2008

Extraño

Extraño que llamas a mi puerta
en medio del frío y lluvia,
dices buscar refugio de la cruel naturaleza
más el umbral de mi hogar no cruzas.
¿Será la educación lo que te mantiene
fuera del calor, lejos de mí?
Y, hay de mí, que autorizo tu paso por aquí.
Y, oh dioses, que nunca lo hubiese permitido.
¿Quién eres, extraño, que pagas
mi amabilidad con daño?
¿Qué oscura magia tiñe de carmín tus ojos
mientras alejas de mí el fluido de la vida?
No, no te vayas,
no dejes que muera.
No aquí, no ahora, no sola,
mejor llévame contigo.
Hazme como tú.
Con la eternidad de la noche
que hace pagar amabilidad con daño,
iré contigo, extraño...

Escribiendo una historia

La tradición siempre nos ha dictado que una historia debe comenzar por esta famosa frase: Había una vez... y dado que no encuentro razón alguna para no seguir la tradición pues comenzaré con ello.
Había una vez, en un lugar lejano... lo que me lleva a pensar en por qué todos los lugares tienen que estar lejos ¿no podría ser que sea un lugar cercano? En un lugar donde puedas llegar caminando o incluso en el lugar donde vives. Por supuesto que esta frase también es una tradición, pero como a ahora tengo una razón para cambiarla, y no espero ninguna consecuencia o amonestacion por esto, pues que así sea.

Había una vez, en un lugar muy cerca de aquí, una niña que decidio hacer una historia...

martes, 1 de abril de 2008

Sueño de amor

Miro al cielo y veo la inmensidad de la noche,
de tu alta ventana se aprecia el barrio,
la calle iluminada por lámparas nocturnas,
tu cuerpo sobre la cama iluminado por la luz de la Luna.

No tengo mucho tiempo mas que el que mi deseo me concede
verte aunque sea un momento y volver a la realidad.
Me acerco a tí y floto sobre tu cama
quedando mi cuerpo a centímetros del tuyo.

Como quisiera tocar tu rostro sereno,
ver tus ojos mirándome a mí,
oir tu voz susurrando mi nombre
y diciendo: sabía que te vería algún día.

Pero esto no es más que un sueño de amor
y yo debo despertar
porque el alba se acerca, muy a mi pesar,
y me acerco a tí y rozo tus labios con los míos.

Con un último beso recuperó la conciencia
mas no he de olvidar lo que mis ojos vieron
cuando separaba mi rostro del tuyo:
tu mirada fija solo en mi y tus labios susurrando mi nombre...

Poema que acabo de sacarme de la manga, o de la mente, algo raro en mí, lo poesía nunca ha sido una de mis grandes habilidades ^-^!

El anterior poema, "Otro mundo...", lo escribí hace como un año para la clase de lenguaje.

PD: si aparece alguna rima es mera coincidencia.

domingo, 23 de marzo de 2008

Rutinas y Realidades

Miró a mi alrededor sin estar segura de que hacer, mañana ya empieza de nuevo la rutina. No tengo nada contra las rutinas, pero por ahora no tengo muchos deseos de volver a los estudios y a la realidad, para mí no es cruda la realidad simplemente me gustan las realidades un poco más cosidas sin llegar a estarlo del todo, pero tampoco me gusta cuando están muy quemadas. No importa cuantas realidades te inventes, en todas se viven rutinas, las rutinas son la base de la existencia, son ciclos. La misma vida es una rutina. Nacer, crecer, reproducirse, morir y así hasta el fin. Es un ciclo, es un camino. Tú decides qué hacer en el camino, es lo que diferencia cada rutina, lo que la hace especial, lo que hace única cada vida. Miras a tu alrededor y dices que todo es igual, que cada día es igual al otro. No es cierto. Tú haces tus días, tú eres el que hace la diferencia, solo tú decides como pintar tu rutina, si con el negro, blanco y gris donde todo es igual o los rojos, azules, naranjas, amarillos y demás que te ofrece el mundo.

Otro Mundo

Quiero que me lleves…

Llévame a otro mundo.
Un mundo donde una diferencia
sea el lazo que nos une y no el que nos distancia.

Llévame a otro mundo.
Un mundo donde los sueños se hagan realidad,
donde no existan las fronteras y la distancia no me cause hilaridad.

Llévame a otro mundo.
Un mundo donde pueda estar a tu lado,
donde tu amor logré desaparecer el frío de mi corazón congelado.

Porque aquí, donde las aves cantan mis añoranzas
y mi corazón se llena de falsas esperanzas
no puedo tener la vida que más desearía... la que quiero junto a ti.

lunes, 17 de marzo de 2008

Arte y Pico



El día de ayer, 16 de marzo, me otorgó el premio Arte y Pico nada más y nada menos que mi gran amigo, compañero de aventuras y maestro Sir Leonoric "Lobo Gris" ^^ (entiéndase maestro porque me ha enseñado mucho), la verdad me sorprendió bastante encontrarme con el gran anuncio en su blog.

Me siento muy honrada de haberlo recibido, muchas gracias Leo ^^

Y voy a citar su comentario:

  • Caja de Secretos, el lugar privado de una gran escritora, una muy tierna escritora. Por que siempre tenemos que dar todo de nosotros. Aunque apenas visitado, comentado y actualizado aún así os doy este premio, y vamos animo! que vos podeis más ^^

Ah, las reglas por recibir el premio:

  • Debes elegir 5 blogs que consideres sean merecedores de este prmio por su creatividad, diseño, material interesante y/o aporte a la comunidad bloguera, sin importar su idioma.

  • Cada premio otorgado debe tener el nombre de su autor/a y el enlace a su blog para que todos lo visiten.

  • Cada premiado debe exhibir el premio y colocar el nombre y enlace al blog de la persona que lo ha premiado.

  • Premiado y premiador deben exhibir el enlace de Arte y pico, para que todos sepan el origen de este premio.

  • Exhibir estas reglas.

And the "Arte y Pico" goes for:

Animus: Un punto de encuentro donde los escritores podemos explayarnos a nuestras anchas y dar a conocer nuestras creaciones y sentimientos, en especial a nuestro lider y amigo Sir Leonoric, una de las almas fundadoras cuya imaginación nos adentra en el mundo de las letras ^^ (http://secta-animus.blogspot.com/)

La Ramita de Colibrí Lilith: Una ramita donde un colibrí se para a contar sus andanzas por el mundo. Aún sin conocer mucho el blog o su autora le doy este premio porque me ha atrapado en cierta forma las ideas e historias que muestra en sus entradas, todas acompañadas de una bella imagen para describir su contenido. Muchas felicidades ^^ (http://colibrilillith1987.blogspot.com/)

La Cabalgata de la Valkyria: Aquí encontré desde noticias de artistas y grupos musicales hasta pequeños relatos y pensamientos. Porque me ha gustado mucho le otorgo este premio ^^ (http://rideofthevalkyrie.blogspot.com/)

Por el momento no conozco suficientes blogs, pero en cuanto me haga de más podré añadir a los faltantes de premio ^^

Muchas gracias de nuevo a Sir Leonoric y a los/las creadores/creadoras de este premio ^^

domingo, 16 de marzo de 2008

Cielo y mar


"... Y sucedió que en aquellas tierras heladas del mundo un hombre deseó inmortalizarles, sacar el recuerdo de su mente y plasmarlo sobre el lienzo para permitir que todos lo vieran, que todos conocieran el amor entre un ángel y una sirena..."

Así fue como lo narró aquel hombre y como mis oídos lo recuerdan, cada sílaba, cada palabra, cada sónido, la modulación de su voz, la expresión de su rostro...

"Cuando el creador dividió la tierra creo tres razas diferentes: la raza de los cielos, llamados ángeles; la raza de las tierras sólidas, llamados humanos; y la raza de las aguas, llamados sirenas. Los humanos eran la raza que mediaba entre los habitantes del cielo y del mar, ellos tenían el privilegio de poder conocer a ambas razas, de convivir con ellas, de enamorarse de ellas... Eran esa parte de la moneda que tiene contacto con las dos caras mientras que esas caras no tienen contacto con la otra.

"No era que no se debiera el contacto entre ángeles y sirenas sino que era imposible cruzar siquiera una mirada y asi era como les eran inculcadas tales ideas, aunque ninguna ley divina lo prohibiera ellos mismos se evitaban. Las sirenas salían en la noche de las aguas a cantar sus andanzas por el mundo marino, aquellos cantos que hechizaban a quien los oía. Los ángeles bajaban de las nubes en el día, cuando el sol iluminaba con su brillo dorado y ellos mismos parecían tener luz propia. Fue en una noche de miles que se extendió más allá del amanecer y un día que se extendió más allá del ocaso donde comenzó.

"Una sirena que deseaba ver lo que había más allá de aquellos cielos y un ángel que deseaba ver lo que ocultaban las azules aguas, aquel secreto del que hablaban los más viejos de sus razas y que los jóvenes no debían conocer.

"La sirena cantaba sus deseos a la noche, cuya voz era transportada por el viento hasta una nube baja donde el ángel dormía. Fue en aquella canción donde al ángel vio reflejado su propio corazón que ya había caído bajo el hechizo de la voz de la habitante del mar. Así pasaron los días con sus noches, donde la sirena cantaba y el ángel escuchaba oculto en los cielos.
"Dicen que la noche es más oscura justo antes del amanecer, en ese momento también es cuando hasta el ser más pequeño de la creación cierra sus ojos al mundo, antes de que salga el sol y despierte a los seres del día, en ese momento el ángel bajó de su escondite en el cielo, oculto por la noche y guiado únicamente por el canto de la sirena, se presentó ante ella tomándola entre sus brazos para no perderla entre las oscuras aguas del mar, elevándose sobre el océano con la sirena, el ángel susurró palabras salidas de su corazón y el amor se apoderó de ambos seres mientras un rayo de sol se abrió paso por entre las nubes, como una sonrisa del creador, invitando a los amantes al reino más allá de los cielos donde el padre recibe a los hijos suyos que han recibido su regalo más grande: el amor..."

viernes, 7 de marzo de 2008

La Taberna (Fragmento I)

La puerta de madera chirrió levemente al recibir a un nuevo visitante, difícil reconocer sus facciones a causa de la sombra que cubría parte de su rostro, se acercó al hombre detrás de la barra con un caminar un tanto suave para tratarse de un joven pidiendo cortesmente una habitación para esa noche.

-¿Solo una noche?
-Si, no me quedaré tanto tiempo, estoy de paso solamente. -Contestó el extraño con una voz que para un oído entrenado habría sonado un tanto menos grave que la de un joven de su edad, al tabernero le pareció simplemente que el chico tendía menos edad de lo que parecía.

Aceptó las monedas que le ofrecía el extraño mientras estudiaba el rostro ya iluminado por las lámparas de aceite, unas facciones un tanto finas a su parecer, y dejando a un muchacho a cargo, que debería ser su hijo dado que poseía el mismo cabello rizado y pelirrojo, le precedió por las escaleras que conducían a las habitaciones deteniéndo su marcha en una puerta que rezaba un número 12 grabado en la madera. El tabernero dejó al joven hacer y deshacer en su habitación a solas mientras volvía a sus responsabilidades rutinales. Antes de llegar a mitad del pasillo, reconoció una silueta de hombre recargada cómodamente en un trozo de pared entre dos puertas. La expresión del tabernero se tornó un tanto sombría.

-¿Quién es el extraño, Drenn? - Preguntó el nuevo hombre con voz profunda.
-Solo un viajero, déjalo en paz, Anthon, no quiero encontrar otro de mis clientes con una espada en el pecho. - Sentenció el tabernero observando el arma sujeta al cinturón de su interlocutor.

El hombre llamado Anthon le dedicó una sonrisa misteriosa al tabernero regresando por las escaleras, Drenn le siguió segundos después pidiendo mentalmente a Dios por el chico que recién había dejado en la habitación...

domingo, 2 de marzo de 2008

Cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo
cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.

Poema de José Martí

¿Porqué este pequeño poema? De repente me encontré pensando en él y me puse a pensar que me recuerda mucho a mí y como trato a las personas, talvez todos deberíamos pensar así ya que si respondes con odio tendrás más odio, por más que uno quiera gritar y todo no es buena idea responder así. Bueno una pequeña reflexión que hice hace algún tiempo cuando no me sentía muy capaz de soportar ciertas gentes. Cada vez que alguien les haga un mal no le respondan con el mismo mal, denle una rosa blanca y verá como lo dejan de sorprendido, jejeje.

lunes, 18 de febrero de 2008

Cuando las cigarras lloran...

Cuando te giraste ¿quién había detrás de tí?
clavaste tus garras en la oscuridad y destrozaste la noche.
La lluvia se convierte en sangre y gotea sobre tu rostro
ya que no tienes donde volver.

Detente en este dedo, en mi dedo
te llevaré lejos cogida con estos dedos
donde las cigarras lloran en el bosque prohibido,
ya no hay vuelta atrás...

Una pequeña canción traducida del opening de la serie Higurashi no Naku Koro ni que a propósito y con total deliveración mi hermano me hizo ver (nos, porque también incluye a Ale) pero también honesta y sinceramente me gustó la canción que por cierto la intérprete es Eiko Shimamiya.

En fin, esta pequeña aportación va dedicada para tí hermano ^^... ¿por que esta canción? Porque le gusta mucho ¿Cómo lo sé? Porque la tiene de ringtone en su celular, una frase en su nick y me la recomendó, aparte de que él mismo me dijo que estaba muy lindo el anime y me iba gustar (vayan ustedes a ver como son los gustos de mi hermano, todos raros y mi hermanito va para el mismo lado, a mi me dio miedo) ¿Por qué me molesto en dedicarle una entrada a mi hermano cuando debería estar haciendo mi tarea? Porque lo quiero mucho y lo extraño y esta en mi forma de expresarlo ^^.

Donde quiera que estés y lo que sea que hagas no olvides que yo te recuerdo...

miércoles, 13 de febrero de 2008

Cuando vomito un conejito...

[...] Cuando siento que voy a vomitar un conejito me pongo dos dedos en la boca como una pinza abierta, y espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas. Todo es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante. Saco los dedos de la boca, y en ellos traigo sujeto por las orejas a un conejito blanco. El conejito parece contento, es un conejito normal y perfecto, sólo que muy pequeño, pequeño como un conejito de chocolate pero blanco y enteramente un conejito. Me lo pongo en la palma de la mano, le alzo la pelusa con una caricia de los dedos, el conejito parece satisfecho de haber nacido y bulle y pega el hocico contra mi piel, moviéndolo con esa trituración silenciosa y cosquilleante del hocico de un conejo contra la piel de una mano. Busca de comer y entonces yo (hablo de cuando esto ocurría en mi casa de las afueras) lo saco conmigo al balcón y lo pongo en la gran maceta donde crece el trébol que a propósito he sembrado. El conejito alza del todo sus orejas, envuelve un trébol tierno con un veloz molinete del hocico, y yo sé que puedo dejarlo e irme, continuar por un tiempo una vida no distinta a la de tantos que compran sus conejos en las granjas. [...]

Pequeño fragmento de Carta a una señorita en París del escritor argentino Julio Cortázar.

Anoche, en el auto de mi padre quien me fue a recoger de mis clases de volybol para llevarme a una pequeña entrevista a le veterinaria como parte de mi trabajo para Orientación Profesional (que por cierto el auto se mostrada reaccio a cooperar ya que permaneció sin querer encender, momento en el cual llegué a la desesperación, durante unos 40 minutos) pasaron este pequeño fragmento en la radio y decidí buscar la obra completa al llegar a casa (que por cierto me había olvidado del nombre del escritor como siempre y pasé un buen rato buscando a escritores argentinos hasta que casi por coincidencia lo encontré).

Subo esto como mi pequeño aporte a este día de San Valentín ¿qué mejor que algo tierno para este día tan bonito?

martes, 12 de febrero de 2008

Una caja

¿Para qué sirve una caja? Para guardar cosas que no necesitas, cosas que necesitarás, para llenarla de objetos y dejarla en un rincón... para esconder cosas, para guardar recuerdos... yo me acuerdo de lo que de niña solía hacer: meter en una cajita mis secretos, mis tesoros, por más basura que otro los considerara... pequeños recortes, notas, cartas, dibujos, todo aquello que los niños tomamos; los padres preguntan: "¿para qué quieres eso?", mientras tú contestas: "para nada" y vas a guardarlo.

Me gusta guardar cosas pequeñas. Yo guardo mis peliculas, mis historietas, mis dibujos, mis escritos... para mí eso es pequeño. Yo lo escondo para que sea mi tesoro y sólo yo sepa dónde encontrarlo cual vil pirata que oculta su oro a ojos extraños guiado por su ciega avaricia ¿Será la avaricia lo que me impulsa a esconder mis tesoros en los rincones, entre los libros, en las carpetas, al fondo del armario, debajo de la cama, dentro de una caja? ¿Será que solo me gusta tener mis secretos para mí sola? ¿Será que soy egoísta? Sea lo que sea yo seguiré guardando mis secretos en los rincones, entre los libros, en las carpetas, al fondo del armario, debajo de la cama... dentro de una caja.

lunes, 11 de febrero de 2008

Bienvenidos

Un saludo a todas las personas, en especial a tí, querido lector, que leen estas palabras de bienvenida por parte de su servidora. Antes que nada quisiera presentarme:

El nombre por el que me conocerán es Umira (probablemente en otro momento y tiempo conozcan el origen de este nombre) y esta será mi caja de secretos, mi diario de recuerdos... donde guardaré lo que sea importante para mí expresado con letras todo con los toques que me gusta agregar a las cosas, desde algo de drama, tristeza, enojo pasando a la felicidad, la amistad, el romance, el futuro...

Ya ahora debo pensar en mí futuro, pero no por eso olvidaré lo que aprenda en el camino que quedará guardado en este lugar: Mi Pequeña Caja de Secretos...